Cuenta la leyenda que la diosa Atenea regaló a su ciudad un olivo y que con este regalo ganó su afecto y fidelidad para siempre.
Nosotros, que no nacimos precísamente de la cabeza de Zeus, os ofrecemos una rama simbólica de este árbol milenario. Que con ella sellemos amistad y paz, que nos sirva de estímulo para obtener los frutos ricos y dorados de la sabiduría y, si se da el caso, que nos proporcione buena sombra y un lugar fresco donde descubrir el camino de la verdad... con unas "olivicas" de aperitivo.
Bienvenidos a esta pequeña Grecia nuestra, venid a la stoa y participad con nosotros porque desde hoy ya sois ciudadanos de nuestra polis.
1 comentario:
Gracias por la bienvenida que me aplico también al considerarme desde hace tiempo miembro de vuestra polis.
¡Os deseo muy buen curso a todos/as!
Abrazos.
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