sábado, 15 de septiembre de 2018

Abrimos nuevos espacios

Porque hay que seguir adelante afrontamos como podemos nuestra propia transformación en latinos. En realidad, es más bien una recuperación, un retorno a la encrucijada para escoger un itinerario que en otro tiempo dejé atrás.
También la vieja Atenas fue romanizada, así que he decidido construir nuevos espacios, nuevas stoas; veréis que he abierto páginas para todas las materias que vamos a impartir con la intención de "digitalizarnos" cuanto antes. Pero espero que entendáis que es mucho trabajo para una sola persona, necesitaré tiempo y vuestra colaboración para que, poco a poco, todo se vaya completando.
Cuento con vuestra paciencia y comprensión.
Vamos a ello y como dicen los toreros: "Va por ustedes".

domingo, 9 de septiembre de 2018

Un poco de oscuridad

A nosotros también nos ha atrapado la oscuridad, como a tantos. Los números nos han vuelto la espalda y las personas que los gestionan tampoco han sabido o podido encontrar el camino. Este curso en nuestro centro, por primera vez en sus cincuenta años de historia, no se va a impartir Griego (ni en 1º ni en 2º) porque somos pocos, porque siendo tan pocos no somos nadie, porque para tan pocos no habrá espacio, porque con tan pocos somos un lujo, porque no es rentable disponer recursos para tan pocos... A muchos les sonarán estos argumentos, los pocos que somos las oímos constantemente, sobre todo en los últimos tiempos. Un ejército de ignorantes con caparazón de modernos, de administradores del hoy sin el mañana, de razonables contadores de cifras, de encaminadores hacia el pragmatismo sin sueños nos corta las alas sin demasiado derecho a réplica. Hemos pedido, luchado, razonado, negociado, suplicado... pero somos inexorablemente pocos.
Pues bien, sí, somos pocos, pero eso no dice nada de nosotros salvo que no tenemos miedo a ser diferentes, a explorar caminos apenas trillados, que nuestros horizontes son más abiertos que los prejuicios de los demás, que encontramos tesoros olvidados por la mayoría. Que no es poco.
Por eso, no nos vamos a dejar envolver por la negrura y lamentarnos por la pérdida, guardaremos nuestro tizón encendido dentro de una caña hueca y seguiremos conservando el fuego sagrado que robamos a los dioses. No sé cuándo, ni con cuántos, pero volveremos a aventarlos y levantar la llama. Volveremos a conquistar la luz.