La stoa poikilé se caracterizaba por estar decorada con murales de vivos colores que rompían bastante con esa Grecia de mármol blanco a la que estamos acostumbrados. Aunque no renunciamos de ninguna manera a tanta serena belleza, también queremos disfrutar del caos, la luz y los colores porque eso también es riqueza. En una de su fábulas Esopo lo explica mejor de lo que lo estamos haciendo nosotros:
ἈΛΩΠΗΞ ΚΑΙ ΠΑΡΔΑΛΙΣ
ἀλώπηξ καὶ πάρδαλις περὶ κάλλους ἤριζον. Τῆς δὲ παρδάλεως παρ´ἕκαστα τὴν τοῦ σώματος ποικιλίαν προβαλλομένης, ἡ ἀλώπηξ ὑποτυχοῦσα ἔφη· “καὶ πόσον ἐγὼ σοῦ καλλίων ὑπάρχω, ἥτις οὐ τὸ σῶμα, τὴν δὲ ψυχὴν πεποίκιλμαι;”
Tranquilos, que la traduzco: Una zorra y un leopardo discutían acerca de la belleza. Como el leopardo (en realidad dice "la leoparda") argumentaba continuamente con los muchos colores de su piel, la zorra le dijo: ¡Cuánto más te aventajo yo en belleza, pues no tengo variopinto el cuerpo, sino el espíritu!
Pues eso,
¡Espíritus coloridos, variados y polícromos en todos los sentidos, este es vuestro espacio!
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