jueves, 30 de marzo de 2017

Y aplaudimos...

... pese a todo, como dirían Les Luthiers. Aplaudimos con ganas la interpretación, el montaje audiovisual, e incluso algunas partes del texto. Aplaudimos el buen trabajo hecho, mejor rato pasado, la energía, la alegría, la gracia de un actriz espontánea, el agradable día pasado, el sol radiante que nos coloreó las mejillas, aplaudimos muchas cosas.
En nuestro coloquios de ayer a pie de escenario, y en los de hoy en clase, hay buen balance y vaya eso por delante: al público le gustó, punto redondo. Aplausos otra vez.
Pero esta que escribe saben ustedes que es la princesa del guisante en cuestiones clásicas y encontré el mío bajo el colchón en La Odisea. En dos palabras: poco Homero. Mucho más en el primer tramo que en los otros dos (no destripo nada que no indique ya la sinopsis de la obra). En el aedo, aunque a ratos me pareció que se despistaba por las muchas ramas de la mitología, digamos que eran "cosas de la edad". El relato de la Odisea "propiamente dicha" me gustó, un poco acelerada, pero me gustó.
¿Por qué corría tanto? Porque tenía que dejar tiempo para los otros dos momentos de la obra en los que ya no reconocí a Homero, ¿quizá porque no estaba?
Me pareció interesante su propuesta (el que quiera detalles que vaya a ver la obra) pero no la comparto. No creo que esa intención, esa solución o esa visión (cada uno llámele como quiera) esté enraizada en Homero. No es la Odisea de Homero, es "Otra Odisea", "Su Odisea" o la "Odisea vista por..." Pero no pongas en boca de Homero (o de Sófocles, o de Perico el de los palotes) lo que ellos nunca dijeron, lo que, si me apuras, nunca habrían dicho.
Pongo un ejemplo, sutil pero creo que válido: se repetía varias veces el comienzo de la Odisea: "Canta Musa que inspira al hombre de muchas mentiras..." El término que utiliza Homero es πολύτροπον que se traduce habitualmente por "hábil, diestro, astuto o multiforme" y etimológicamente viene a ser "el que tiene muchos recursos, el que se expresa de muchas formas"; pero nada se dice de mentiras, falsedades o inventos. Es cierto que Odiseo es un fingidor nato. Es cierto también que Homero nunca le llama mentiroso. Y es cierto que eso es por algo. Odiseo es un héroe, hasta ayer lo era, los héroes pueden mentir en lo accesorio, pero no inventan sus hazañas. Si un héroe pierde su historia, si la destruyes, ¿qué queda? NADIE.
Homero nunca lo hubiera consentido.
Nota: Perdón por ser tan chinche, amigos del Aedo teatro; os respeto profundamente por vuestro empeño en la divulgación de los clásicos. Disfrutamos de vuestro trabajo y nos servís mucho de punto de partida para nuestra revisión de los textos, aunque no coincidamos. Gracias por ello. Además, bastante penitencia fue la dichosa pregunta de la "iconoclastia absoluta", con el hambre que hacía. Una vez más, aplausos.

1 comentario:

Blogmaníacos dijo...

¡Excelente!

Aplausos.