jueves, 16 de abril de 2020

Decíamos ayer...

Lo que decíamos ayer sigue siendo válido. No tenemos mucha idea de qué va a pasar. Tenemos la ventaja (o no) de saber qué opina el alto mando de la "cosa educativa" pero no tanto de cómo nos lo vamos a comer.
- Profe, ¿entonces ya estoy aprobado? (o aprobada según los casos).
- Profe, ¿qué notas me vas a poner?
- Profe, ¿y qué pasa con todo lo que hemos hecho hasta ahora?
- Profe, ¿ya me puedo ir (es un decir) de vacaciones?
- Profe, ¿y ya no puedo aprobar con ese cuatrillo que tenía antes del virus?
Profe, osea yo, no tiene respuestas para todo. Me vais a permitir que me tome unos días para estudiarme los papeles en detalle y reunirme con los demás profesores a ver si encontramos luz suficiente para todo lo que se queda en penumbra.
De momento, solo me asaltan temores y también a mí preguntas sin respuesta. Puede pasar algo como esto:
Ya en serio, sobre todo me da miedo el largo plazo y me pregunto:
- Profe, ¿y los de 2º de bachillerato?
- Profe, ¿y los contenidos que no se impartan hoy, pero son necesarios para el curso siguiente? (Me refiero especialmente a los de 1º de bachillerato. ¡Menudo curso para ellos el curso que viene si no terminamos medianamente este primer nivel! ¡No quiero ni pensarlo!
Por ello, y sin perjuicio de tomar mejores decisiones más adelante, pienso que vamos a mantener el procedimiento y ritmo de trabajo en 2º de bachillerato como lo teníamos previsto. En 1º también os voy a ir proponiendo nuevos contenidos que necesitaréis para que el curso que viene no sea un monstruo inabarcable. Alumno y profesor prevenido valen por dos.
La evaluación de esos contenidos será cuestión aparte. Como decía la canción "che sará, sará".

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