Cada curso un grupo de los nuestros se embarca hacia Troya, hacia cualquiera que sea su Troya, su ciudad a conquistar, su sueño, su aventura. Sabemos que han de marchar, que sólo en el viaje se encuentra el camino, pero siempre los despedimos con emoción, con la esperanza de volverlos a recuperar cuando hayan obtenido la victoria y las olas los traigan de nuevo a la playa que los ve partir. Este curso me permito tomar prestada la palabra y la inspiración de un griego diferente (porque no vivió antes de Cristo, sólo por eso). El talento y la lírica ancestral resuenan en los versos de Kavafis.
Jose, Awatif, Wafae, Raquel, Nerea, Ana, Mª Fe, Sandra, Ramón, Azucena, Isabel... que vuestro viaje sea largo y feliz, y que un día os traiga de regreso a esta Ítaca que os espera para crecer y mejorar.
Ha sido un placer y un privilegio ayudaros con la fabricación de la nave, ahora os toca a vosotros poner mano al timón y dejaros empujar por el viento.
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