sábado, 24 de septiembre de 2011

Extranjero, ¿no quieres entrar?

Se desanudó el odre y los vientos se desparramaron por los cielos, una terrible tempestad azotó el frágil navío y destrozó sus velas, sus remos y su timón hasta hacer al piloto perder definitivamente el rumbo. Tras varios días de luchar contra los siervos de Eolo, llegó por fin la calma y las olas nos llevaron hasta la costa.
Acudieron sus gentes a la playa para ayudar a los naúfragos. Abrieron las puertas de sus casas, curaron nuestras heridas, nos ofrecieron agua dulce y comida, nos hicieron recostar sobre colchas de lana y, tras el descanso reparador, se sentaron a nuestro alrededor y nos escucharon con deleite contar las mil penalidades de nuestro azaroso viaje:
-"¿Cuál es tu nombre? ¿Dónde está tu país? ¿Qué vientos te trajeron aquí?
Has llegado a la soleada Grecia, la tierra de los dioses."

martes, 6 de septiembre de 2011

Una rama de olivo

Cuenta la leyenda que la diosa Atenea regaló a su ciudad un olivo y que con este regalo ganó su afecto y fidelidad para siempre. 
Nosotros, que no nacimos precísamente de la cabeza de Zeus, os ofrecemos una rama simbólica de este árbol milenario. Que con ella sellemos amistad y paz, que nos sirva de estímulo para obtener los frutos ricos y dorados de la sabiduría y, si se da el caso, que nos proporcione buena sombra y un lugar fresco donde descubrir el camino de la verdad... con unas "olivicas" de aperitivo.
Bienvenidos a esta pequeña Grecia nuestra, venid a la stoa y participad con nosotros porque desde hoy ya sois ciudadanos de nuestra polis.